Danzando con ángeles…
Por fin levanté mi espada, y ante el frío mi antiguo y profundo dolor se congeló, y volví a ver las runas mágicas talladas en otras épocas arcanas en mi espada, las tres runas…, denominadoras de la templanza, la paciencia y la sabiduría.
Recordé palabras ya olvidadas, provenientes de un antiguo maestro… “Necesitarás al irte, Sabiduría, pues sin ella no podrás reconocer los caminos que son correctos, necesitarás la templanza, para soportar tus caídas y aprender a levantarte sobrellevando tus males, y por último, necesitarás Paciencia, para proseguir tu lucha sin rendirte, aún cuando ésta dure toda tu vida, y los resultados favorables tarden en llegar…”
Durante dos noches observé las estrellas nítidas, y le oré al todo poderoso manifestado en ese mítico volcán que como arte de magia se levantaba en frente mío. Al terminar mi jornada, alcé mi espada, y repetí aquel juramento olvidado que alguna vez me hiciera hace ya mucho tiempo… y con la espada en alto mirando al gran Lascar repetí las palabras antes enseñadas:
“¡¡¡LA ÚNICA LUCHA QUE SE PIERDE ES LA QUE SE ABANDONA!!!”
…y dejando cristales de rosas rotos bajo mis pies seguí mi camino, con fuerzas renovadas, sin olvidar, sin arrepentimientos, siguiendo el camino que la sabiduría, la templanza y la paciencia me dictaban…
PD: Como dice la canción, “Quién dijo que todo está perdido, yo vengo a ofrecer mi corazón…”, y así es, amigos y amigas, les entrego mi corazón, mi espada y mi confianza, he meditado bastante, vuelvo al mundo... me uno a él, en alma y cuerpo…