sábado, abril 01, 2006

Canto a la tristeza del guerrero...

Con su espada rota y su armadura destrozada
El guerrero camina por un oscuro y desconocido camino
Añorando las memorias que martillan su mente.

Su alma no descansa en paz,
No puede evitar el dolor,
No éste que nunca había sentido
Y que carcome su interior como un cuchillo afilado.

Las lágrimas no bastan, los gritos de su corazón tampoco,
Sólo hay una cosa que busca,
Pero sabe que es un camino difícil,
Casi imposible.

Siempre ha jugado al filo de la navaja,
Nunca retrocedió,
Hizo las cosas a su manera, disfrutando de la vida
Hirió, dañó, rió y lloró,
Como un Santo Satanás.

Ruega clemencia, pide paz
Pero no la hay,
Se rodea de muchos caballeros
Pero se siente solo.

No quiere volver al pasado,
Simplemente quiere avanzar,
Pero sus sentimientos y el destino
Le han propuesto al parecer caminos opuestos.

Camina el guerrero a la sombra de la noche,
Y no deja sombra a la luz del sol,
Simplemente es un fantasma,
En medio de este mundo lleno de luces.

Sólo le queda una luz en su interior
Una luz que nunca sintió ni tuvo en la antigüedad,
Y que sólo al beber del brebaje del amor conoció,
Una luz que entregó, junto con su corazón,
Para que la depositaria de sus esperanzas caminara,
Y extraña esa luz, extraña su corazón, la extraña a ella,
Y el guerrero ya casi no puede caminar,
Por que no siente fuerzas,
Solo siente decepción de sí mismo,
Y un profundo amor…